Durante 20 años, Thierry Barbier-Mueller tuvo una pasión secreta: las sillas. A partir de principios de los años 90, reunió una de las colecciones privadas de sillas más grandes del mundo: nada menos que 650 sillas desde los años 60 hasta la actualidad, dos tercios de las cuales son piezas únicas, prototipos u obras de pequeñas ediciones limitadas, fuera de los nichos habituales del diseño industrial. . Barbier-Mueller quedó fascinado por este objeto que encarna la tensión entre estética y uso. La inagotable variedad de proyectos formales y estéticos, así como el proceso de creación, guiaron su elección de adquisiciones. La colección permaneció oculta hasta que Barbier-Mueller decidió mostrarla de forma espectacular. Pidió a Bob Wilson, uno de los directores de teatro más importantes del mundo, que presentara la colección en el MUDAC (Musée cantonal de design et d'arts appliqués contemporains), el museo del diseño de Lausana. Seleccionó 211 sillas de 168 artistas, diseñadores y arquitectos, mujeres y hombres. El creador de las icónicas La mirada del sordo y Einstein en la playa (con Philip Glass y Lucinda Childs) a principios de la década de 1970, se inspiró en su obra en la encrucijada del arte y el diseño para imaginar una escenografía inmersiva y espectacular.

Bob Wilson se reunió por primera vez con su equipo en su centro Watermill para planificar la exposición. "En nuestra primera reunión de equipo hablamos de la luz", explica Wilson. “Recordé lo que solía decir (el arquitecto) Louis Kahn cuando estaba en la escuela de arquitectura: los estudiantes deben comenzar con la luz. La luz no es algo en lo que se piensa una vez diseñada la exposición. Es una parte integral de la puesta en escena. Este fue mi punto de partida. En el teatro, la gente a menudo se burlaba de mí cuando comenzaba a trabajar en la producción de iluminación. Las estructuras ligeras, es arquitectura, es el elemento que nos ayuda a ver y oír”.

La exposición se lee como una inmensa ópera en cuatro actos: The Bright Space, donde sillas que tienen una conexión entre sí se agrupan en pequeñas y espectaculares islas al entrar al museo. Entonces, el Medium Space, la calma, el minimalismo y la geometría definen este segundo acto. El contraste entre el espacio luminoso y el espacio tranquilo con una suave luz gris es relajante y profundamente atractivo. El tercer espacio es el Espacio Oscuro. Es como una cámara oscura a la que se entra por una pequeña abertura llena de luz brillante antes de quedar cegado por la oscuridad. Sillas por todas partes: en las paredes, en el techo. Puedes sentarte y simplemente reflexionar entre estos hermosos objetos.

Finalmente, el espacio caleidoscópico. Entras en un espacio parecido a un túnel y, a través de aberturas en la pared, te enfrentas a luces brillantes que se reflejan en sillas plateadas de todo tipo. ¡Saldrás de la exposición con un fuerte estallido de luz! Un viaje verdaderamente inspirador y estimulante a través de 30 años de creatividad. Jean-Sébastien Stehli

Una silla y tú. Colección de Thierry Barbier-Mueller, puesta en escena por Robert Wilson. Hasta el 26.02.23. Mudac, Lausana. mudac@plateforme10.ch

Jean Sebastien Stehli