Antes de Annie Leibovitz, estuvo John Singer Sargent (1856-1925). El pintor estadounidense nacido en Florencia fue para las celebridades y la aristocracia de su tiempo lo que el fotógrafo estadounidense es para las celebridades de nuestro tiempo. La exposición que la Tate Britain dedica al pintor revela el papel innovador de Sargent como estilista, que diseñaba cuidadosamente la imagen que sus modelos presentaban al mundo a través de elecciones de vestimenta. La exposición presenta 60 pinturas de Sargent y, por primera vez, algunas de las prendas que portaban sus modelos se presentan junto a su retrato.
La exposición muestra cómo el retratista más célebre de su tiempo actuaba exactamente como un director de moda en una sesión fotográfica de moda, explica el museo. Sargent no se limitaba a pintar a sus sujetos tal como eran. Colaboraría con ellos para elegir las prendas y actuaría como estilista. "Tiró, envolvió y sujetó la tela con alfileres para lograr un efecto dramático". Manipuló la realidad para hacerla más poderosa. Él era Instagram antes que Instagram. Sargent supo montar un escándalo para llamar la atención. Su Retrato de Madame X de 1884 conmocionó a los círculos artísticos parisinos cuando se mostró en el Salón. La reacción negativa impulsó a Sargent a abandonar París y trasladarse a Londres, animado por su amigo, el escritor Henry James, otro expatriado. ¿La causa del escándalo? Un vestido con tirantes al hombro en el lado derecho que hacía el retrato más sensual y atrevido.
Los retratos de Sargent son una crónica de la alta sociedad de moda de la época. Sus pinturas no eran simplemente retratos de ricos y famosos. Los retratos revelaron la personalidad de algunos de los miembros más glamorosos del establishment de principios del siglo XX. Su trabajo se explora más a fondo a través de fotografías, notas de sus modelos, prendas y dibujos. Por ejemplo, el retrato de la señora Fiske Warren y su hija Rachel se muestra junto con fotografías que muestran el proceso del pintor.
Aunque Sargent hizo una crónica de la alta sociedad, conservó su libertad como artista. En algunos retratos juega con lo que ha definido el género durante generaciones. Por ejemplo, Dr. Pozzi en casa (1881), que representa al cirujano esteta Samuel-Jean Pozzi con una bata roja y pantuflas turcas, sus largos dedos en el cinturón de su bata, dándole al retrato un toque de frescura informal, de identidad propia. garantía. Además de estos retratos de la alta sociedad, a Sargent le encantaba pintar artistas: cantantes, bailarines, actores.
Esta exposición es una oportunidad para descubrir o redescubrir el extraordinario talento de “el principal retratista de su generación” -aunque también tuvo críticas muy acérrimas- y su comprensión de lo que las prendas dicen de nosotros, incluso en una sociedad tan encorsetada como la Las culturas francesa e inglesa a principios del siglo XX.
- Jean-Sébastien Stehli
Sargento y Moda. Tate Gran Bretaña. Hasta el 7 de julio de 2024. tate.org.uk
La Carmencicita, 1890. Óleo sobre lienzo. París, museo de Orsay. Foto © Museo de Orsay, Dist. RMN-Gran Palacio / Patrice Schmidt